«La zapatilla más emblemática de New Balance». Eso lo dice todo, ¿verdad? Pues en realidad no. ¿Quién sabe? Puede que la 574 sea nuestro icono más inesperado. La 574 se concibió para ser una zapatilla fiable para multitud de usos distintos. No se diseñó para ser un referente en tecnología revolucionaria ni como prototipo de materiales de primera calidad. Precisamente esta versatilidad sencilla y sin pretensiones es lo que catapultó a la 574 a los rankings de las mejores zapatillas de todos los tiempos. Con un diseño híbrido para asfalto y trail, y con una horma más ancha que las estrechas siluetas de carrera de generaciones anteriores, la 574 ofrecía una exclusiva combinación de versatilidad, novedad, sencillez, resistencia, durabilidad y confort que se adoptó como imprescindible a nivel mundial. Por eso, en la actualidad, la 574 de New Balance es sinónimo de desafiar los límites y es un modelo que puede llevar cualquiera.